life
Desde el punto de vista clínico, la muerte no es un instante completamente
 irreversible y la conciencia –así como sus múltiples tránsitos
siguen siendo un enorme hoyo negro.
   La muerte no es un estado sino un proceso: desde el punto de vista médico,
 la muerte clínica no ocurre en un instante preciso, 
sino que se compone de una serie de condiciones que se dan paulatina y no simultáneamente. Durante un paro cardiaco,
 las células de tu cuerpo aún no se dañan por la falta de oxígeno; durante 50 años se creyó 
que la resucitación cardiopulmonar (RCP) sólo podía hacerse durante los primeros
 10 minutos posteriores al evento –pero 
hoy se sabe que este periodo puede extenderse hasta 40 minutos o más
 sin daño para el cerebro.
 Por ello, desde un punto de vista médico, la muerte es reversible.
En ese lapso de tiempo que la gente pasa “en alguna parte” (es decir, entre la inconsciencia del infarto y la vuelta a la conciencia después de la resucitación) 
el debate sobre lo que ocurre es amplio y admite más preguntas que respuestas. 
Sam Parnia es médico y recientemente escribió el libro Erasing Death: The Science That Is Rewriting the Boundaries Between Life and Death (“Borrando la muerte:
 la ciencia que está reescribiendo las fronteras entre la vida y la muerte.) 
Recientemente concedió una entrevista para la revistaWired donde aborda algunos puntos que modifican nuestro entendimiento de la muerte y nos abren muchas más preguntas por resolver.
“La evidencia que tenemos hasta ahora es que la conciencia no se aniquila.
 Continúa por unas horas, aunque en un estado de hibernación que no podemos 
ver desde fuera.” Parnia ha trabajado por años en salas de emergencia, 
además de ser investigador de la conciencia en el periodo después-de-la-muerte,
 como él la llama, que hasta ahora ha documentado eventos de este tipo 
en más de 25 hospitales de EU y Europa.
La evolución de lo que los médicos saben ha sido la clave para mejorar las técnicas 
de resucitación durante el último medio siglo. Hoy en día, por ejemplo, se sabe que bajar la temperatura del cuerpo mientras se le practica RCP ayuda a proteger 
el cerebro de daño cerebral debido a la falta de flujo sanguíneo, a la vez que da más tiempo al equipo de resucitación para trabajar. 
Mientras estos procedimientos siguen mejorando, 
mucha gente alrededor del mundo ha relatado experiencias sensoriales y de gran paz.
La gente tiene a interpretar lo que ven según su procedencia:
 un hindú describirá un dios hindú, un ateo no ve un dios hindú o al dios cristiano,
 sino algún ser. 
 Diferentes culturas ven las mismas cosas, pero su interpretación
 depende en lo que crean.
Para Parnia, el hecho de que la conciencia continúe funcionando en un periodo
 de baja intensidad durante algún tiempo después de que el corazón se detiene
 no implica que toda la gente experimente y cuente las mismas vivencias sensoriales; 
pero a pesar de las diferencias, 
cree que el saber que estas experiencias existen en todos los casos debería 
ayudarnos a aceptar la muerte como algo mucho
 más amable y tranquilizante de lo que usualmente se le piensa.
Es tal vez el miedo al dolor y a la incertidumbre sobre las circunstancias lo que nos vuelve aprehensivos frente a la idea de morir; pero la ciencia está demostrando que al menos 
los primeros instantes después de que desaparecen las funciones cardíacas 
no es tan aterrador después de todo.